Una maravilla de la naturaleza que puede inspirar nuestras reflexiones
por Miguel Yepes
por Miguel Yepes
De la naturaleza hemos aprendido muchas cosas y las hemos
aplicado en tecnología, cultura, arte y otras áreas. Pienso que también
podemos aprender otras cosas sobre la vida al observar las especies que han
evolucionado como los girasoles que dan siempre la cara al sol, o las mariposas
migratorias que llegan a destinos exactos, o el salmón que regresa a su hogar
preciso, o del vuelo de aves prodigiosas.
Hace pocas semanas supe sobre los vencejos. Y el asombro de su sorprendente vida me ha despertado interesantes reflexiones. Y también recuerdos de un libro maravilloso.
Hace pocas semanas supe sobre los vencejos. Y el asombro de su sorprendente vida me ha despertado interesantes reflexiones. Y también recuerdos de un libro maravilloso.
¿Sabes del libro Juan Salvador Gaviota que habla sobre una
gaviota que encuentra la perfección del vuelo? ¿O has visto la película?
La dedicatoria del libro es: "Al verdadero Juan Salvador Gaviota que todos llevamos dentro".
¿Tiene sentido decir que dentro de cada ser humano existe una esencia que busca la luz y la verdad?
¿Por qué el gran filósofo Sócrates decía que el más grande conocimiento era el
de conocernos a nosotros mismos?
¿Sabes que los griegos hablaban de la Entelequia o tendencia
a la perfección en el ser humano?
Opiniones de expertos sobre el vencejo:
“Estilizados,
aerodinámicos, bellos”.
“Ave perfecta e infinitamente adaptada al
espacio aéreo. Más que cualquier otra ave del mundo.”
“Fascinantes criaturas
que pasan casi toda su vida volando y que incluso duermen en el aire.”
“Acróbatas del aire”.
*-*-*
VENCEJO COMÚN (Nombre científico: Apus Apus)
En inglés: Swift, que traduce raudo, ligero, veloz.
Pasa casi toda su vida en el aire. Hasta duerme en el aire,
moviendo sus alas más lento. En el día mueve sus alas diez veces por segundo.
En la noche, unas siete veces por segundo. Duerme a unos 1000 o 2000 metros de
alto.
Come insectos volando. Existen más de 500 especies de
insectos que vuelan, y se les llama “plancton del aire” porque sirven de
alimento para muchas aves.
Durante 10 meses están en el aire. Pasan dos meses cuidando a
sus polluelos en lugares altos verticales, o en edificios viejos, o en rocas,
aunque vuelan para traerles insectos. Los vencejos hasta se aparean también en
el aire.
Los polluelos, cuando tienen que esperar varios días el
regreso de sus padres con comida, pueden entrar en un estado de gran relajación
y su corazón puede reducir el latido de 90 a 20 latidos por minuto y la
temperatura corporal pasa de 37 grados centígrados a cerca de 20.
También los adultos, en condiciones extremas, pueden hacer
esto durante un par de días.
Cuando los polluelos están listos para volar, simplemente se
sueltan al aire y vuelan, sin ninguna preparación ni experimentación.
Si las alas de un vencejo tocan de forma horizontal el piso, estos
pájaros tienen problemas para continuar
volando porque sus patas son muy pequeñas y sus alas muy grandes. Por eso tocan
la tierra desde lugares verticales o elevados desde los cuales pueden mover
fácilmente sus alas.
La migración anual es entre Europa y sur de África. Un
vencejo puede volar 1000 kilómetros en un sólo día.
En América también hay especies de vencejos. El vencejo de
las chimeneas es conocido en Estados Unidos, o vencejo cuello blanco (white
collored Swift). También hay una especie, el vencejo de pecho blanco, que pasa
por Colombia. Y el vencejo de las cascadas pone sus huevos en rocas detrás de
las Cataratas de Iguazú, en Argentina.
En México existen los “Sótanos de las golondrinas”, que en
realidad está habitada por vencejos. Es una cueva inmensa en el suelo, de 500
metros en la parte más profunda y allí viven más de un millón de vencejos. Ascienden
y descienden en espirales muy ordenadas, similares a grupos de peces
sincronizados. Podemos imaginar ese sótano así: la Torre Eiffel cabría allí.
El halcón peregrino es el pájaro más rápido conocido hasta
hoy en vuelo. En recorrido vertical bajando para cazar puede llegar hasta 320
kilómetros por hora. Pero en vuelo horizontal la velocidad de un vencejo es de
220 kilómetros por hora, por lo que es considerada el ave más rápida que
existe.
El vencejo común mide un poco más de 40 centímetros desde la
punta de un ala hasta la otra. Y desde el pico hasta la cola, miden menos de 20
centímetros.
Sus patas son muy pequeñas. Apus, en griego, significa que no tienen pies. Pero los dedos o
pequeñas garras de los vencejos son fuertes y pueden pegarse a lugares
verticales.
El vencejo en cuanto a su ADN es similar al colibrí y
pertenecen al género de los “apodiformes”, es decir, casi sin patas. Por esto
tampoco es usual ver a un colibrí caminando en el suelo. El parecido del vencejo con la golondrina es
porque se han especializado en acrobacias aéreas para alimentarse de insectos
voladores.
Las mariposas migratorias como las monarcas o las uranias, al
igual que fascinantes criaturas migratorias como el pingüino emperador, me
muestran una evolución fabulosa, difícil de imaginar.
Aún se desconocen muchas cosas sobre los vencejos. Pienso que
su cuerpo les permite convertirse en una especie de “panel solar” para captar
energía del sol.
Según un you tuber
anónimo: “Los Vencejos son suspiros en el aire con armonías de silencio”.
Recomiendo este video que hallé en la Web: https://www.youtube.com/watch?v=XEh3AeBiZ00
15 de diciembre de 2017
15 de diciembre de 2017